jueves, 12 de noviembre de 2015

He de decirte que mi papel,
se ha reducido a mirarte a lo lejos,
y convertirte en tinta;
que aunque pudimos
y no fuimos,
quedaremos condenados siempre a ser.
Nos dijimos tantas veces adiós,
que despedirte ya sólo significaba reinventar otro reencuentro;
pero una vez te fuiste,
y te llevaste contigo los meses,
convirtiéndolos en números sin ti,
los días,
pasaron a no ser más que silencios llenos de rutina,
y las noches,
ya no eran nada más que eso,
noches.

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