viernes, 30 de octubre de 2015

Después de tanto te parecerá raro que siga escribiéndole a alguien que no tiene intención alguna de volver donde alguna vez fue feliz. Es extraño pensar que podrías hacerlo cuando lo eres de nuevo, sin embargo, yo siempre seguiré aquí, escuchando todas esas canciones que nos gustaban, pensar que te quiero para todo; te quiero para enseñarte todos aquellos sitios a los frecuento y explicarte que es ahí donde me paso tardes y noches pensando en ti, para pasear por calles que no nos lleven a ninguna parte, sin prisa; te quiero para escucharte llorar y reír, para enseñarte Roma y regalarte París, para salir de fiesta y cuidarte hasta cuando no puedas ni mantenerte en pie, llevarte a la cama y darte las buenas noches en condiciones; te quiero como se quiere de verdad, para toda la vida y para todas las cosas.

miércoles, 28 de octubre de 2015

El único imposible eres tú

Seguramente nunca llegues a leer todo esto que te escribo, además tampoco sabrás de las cosas que me faltaron por contarte. Nunca sabrás qué es lo que más me gusta hacer ni lo que más me gusta de ti, tampoco que te he escrito tantas cartas que podría recopilar un libro, o que me muero por quitarte los miedos (y la ropa) y hacer un poco más ameno el invierno que nos viene encima.
No sabrás que siempre estoy atento a lo que dices o escribes, ni que te pienso más horas de las que tiene un día, o en los planes que teníamos. O que cuando llueve me paso el rato escuchando esa música que tanto me recuerda a ti y apenas duermo. Te quedarás con las ganas de saber que podríamos haber sido algo más que un imposible; aunque lo único imposible que he podido constatar es el de olvidarte.

martes, 27 de octubre de 2015

Como cada noche, me gusta escribirte, me gusta pensarte e imaginarte aquí. Como cada noche me gustaría dártelas, me gustaría (después de tanto), decirte lo mucho que te he echado de menos, y lo mucho que te quiero. Pero como cada noche, tendré que conformarme con esto, con escribirte, con pensarte en silencio. Como cada noche, tendré que echarte de menos sin decirte nada. O sí, sólo buenas noches, (y lo son porque tú eres la protagonista de las mías).

Imagina

Imagínate a mi lado. Sé que después de tanto tiempo te costará hacerlo, pero necesito que lo intentes. Ahora prueba a imaginarme cogiéndote la mano, diciéndote lo mucho que te quiero. Imagínate pasando el día entero conmigo. No te puedo prometer que no te aburras, sólo te ofrezco mi tiempo y lo que quieras de mí. Imagínate en mi coche, en mi casa, en mi mundo en general. Imagínate conmigo e imagina que todo fuera bien. Se trata de eso, de imaginar. Imagíname; imagínanos.
Podría prometerte lo que fuera para que volvieras. Y es lo que me digo siempre, que todo iría mejor, que ya no soy como fui, que he cambiado para bien. Sin embargo estas cosas no se saben hasta que se prueban, así que solo puedo prometerte que te quiero y te querré más y peor de lo que pueda hacerlo él. Espero que con eso te baste.

domingo, 25 de octubre de 2015

Eres

Podría describirte de mil formas y seguiría sin cogerte el punto. Podría decirte que eres guapa, o guapísima, o tal vez la cosa más bonita que ha pasado por mis ojos. También que tienes el carácter más duro y difícil de llevar, que eres fría como el pleno diciembre pero a la vez cariñosa. Que eres complicada, ni tú misma te entiendes (e imagínate lo que me cuesta hacerlo a mí). Podría decirte también que se necesitan meses o incluso años para entrar a ti, para conocerte bien, para saber qué se esconde tras la coraza con la que te refugias. No sabría bien todo lo que podría decir de ti, de lo único que estoy seguro es que, además de ser guapa, complicada, fría y dura, eres mía por encima de todas las cosas, y eso, cariño, no lo serás en ninguno de los otros cuerpos por los que pases.

sábado, 17 de octubre de 2015

Me preguntaron por ti

Ayer me preguntaron por ti. Me quedé inmóvil, pensativo, frío y sin saber qué responder. Pensé en todo lo que habíamos pasado en esos dos años, los planes que teníamos sin cumplir. Pensé en ti, en tu cara, tu pelo, tu risa... Y seguía sin saber qué decir. Solo se me ocurría: "- Ya no sé nada de ella.". Sin embargo, lo sabía todo de ti. Así que sólo pude responder: "Es feliz, es todo lo que sé, es feliz sin mí y sin recordarme, y me alegro de ello." Pero mi expresión no decía lo mismo, el cuerpo se me quedó helado y sólo podía llorar para dentro, y qué pena.

jueves, 15 de octubre de 2015

Comienzo y días contados

Todo empieza en marzo. No sé cómo me fijé en ti, algo me decía que no debía hacerlo, que no podía acabar bien, intuición, tal vez.
Te conocí poco a poco, te empecé a querer como un niño pequeño quiere algo, con seguridad y vitalidad. Te quise como si el tiempo no fuera a acabar para nosotros. Y acabó, y menuda putada cuando veía cómo te alejabas y no podía hacer nada para cogerte la mano y hacerte volver.